África subsahariana, primera víctima de la reducción de la USAID

El pasado marzo, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, anunció el fin de la revisión del programa por parte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Se ha recortado el 83 % de la ayuda y muchos países africanos se verán afectados.

África subsahariana: primera afectada por la retirada estadounidense

 

África subsahariana es el segundo beneficiario mundial de USAID (por detrás de Ucrania), recibiendo el 40 % de su presupuesto en 2023.

En 2023, Somalia, la República Centroafricana, Liberia, Malaui y Mozambique son los cinco países del África subsahariana que más se han beneficiado de la ayuda al desarrollo de USAID. Para todos los países del África subsahariana, las subvenciones de la agencia estadounidense están destinadas a diversos sectores esenciales para el continente, con tres ejes prioritarios: ayuda humanitaria (47 %), salud (38 %) y desarrollo económico (8 %).

 

 La repentina interrupción de los programas de USAID en África tendrá importantes consecuencias para el continente en todos los ámbitos de la sociedad. En el ámbito de la salud, los programas de USAID han sido vitales para combatir pandemias regionales, desde el VIH en el sur de África hasta el virus del Ébola en Uganda. La interrupción de estos programas sanitarios favorecería un recrudecimiento de estas enfermedades mortales para las poblaciones locales.

 

Tras un año récord de elecciones en 2024, el fin de USAID debilitará el proceso democrático en África. El vacío dejado por la agencia estadounidense podría beneficiar a organizaciones violentas, susceptibles de tomar el poder mediante golpes de Estado.

En términos de paz y seguridad, el fin de USAID supondrá el regreso de los disturbios armados que afectan a la población civil: la amenaza yihadista en Somalia y la proliferación del narcotráfico son males cuya influencia nociva ha sido frenada por la acción de la agencia estadounidense.

«America first»: una palanca de influencia comercial y política

Donald Trump justifica el desmantelamiento de USAID con su política «America first», que pretende dar prioridad a los intereses nacionales directos en detrimento de las alianzas estratégicas internacionales. La doctrina «America first» se está aplicando no solo a través del desmantelamiento de USAID, sino también con la posible renegociación de acuerdos estratégicos con países africanos. La revisión de estos acuerdos permitiría a la administración estadounidense obtener ventajas comerciales, especialmente en la industria minera. El anuncio de aranceles recíprocos también podría ser una oportunidad para hacer valer los intereses estadounidenses. Seis países del África subsahariana (Sudáfrica, Nigeria, Ghana, Níger, Liberia y Togo) exportan de manera significativa a Estados Unidos y serían especialmente vulnerables a los aranceles recíprocos. Pero este enfoque transaccional corre el riesgo de comprometer la posición estratégica estadounidense frente a competidores como China.

Hacia una reconfiguración de los equilibrios regionales a favor de China

De hecho, el caso de Sudáfrica ilustra este nuevo enfoque de Estados Unidos en África. La notable ausencia del secretario de Estado, Marco Rubio, en la reunión ministerial del G20 en Johannesburgo (19-20 de febrero) fue una gran señal diplomática en un contexto de crecientes tensiones comerciales y políticas. El declive de la influencia estadounidense deja el camino libre para China: hasta ahora centrada en la explotación de los recursos minerales africanos, Pekín puede ahora posicionarse como una alternativa para el desarrollo económico. El anuncio de Pekín de un compromiso masivo de 50.000 millones de dólares, al margen de la cumbre China-África en septiembre de 2024, ya atestiguó este cambio de paradigma. La ofensiva china podría, por lo tanto, obligar a la administración Trump a reevaluar su posición, a riesgo de que Estados Unidos pierda su influencia en el continente africano a largo plazo.