Recobro de deudas: gestión de impagados

El recobro de impagos es un proceso que emprende un acreedor para obtener el pago de una deuda por parte de su cliente.

El cobro puede obtenerse de forma amistosa, tras el envío de un requerimiento formal, o incluso tras un procedimiento judicial, cuando el acreedor emprende acciones legales para recuperar los créditos impagados.

La primera acción a realizar es recordarle al cliente las fechas de vencimiento y, a continuación, enviar recordatorios sobre las facturas impagadas. Si no responde, se le puede enviar un requerimiento formal de pago. Posteriormente, debes indicar la disposición a iniciar acciones legales (preferiblemente por correo certificado con acuse de recibo) si las facturas no se liquidan en el plazo indicado, con sanciones adicionales por demora. Si continúa sin pagar, existen soluciones legales, como una reclamación judicial.

Mientras que un proceso amistoso se limita a animar al cliente a pagar una factura, la vía judicial le obliga a hacerlo. Se pueden seguir varios procedimientos, entre ellos:

• Un procedimiento monitorio: la deuda debe ser cierta, líquida y exigible y no impugnada por el deudor.
• Un procedimiento cambiario: se puede iniciar cuando la deuda está documentada en letras de cambio, pagarés y cheques impagados.
• Un procedimiento declarativo (verbal u ordinario, dependiendo del importe a reclamar): estos procedimientos suelen ser más largos y costosos e implican la celebración de un juicio, siendo el más idóneo para litigios.

La morosidad o el impago implican una pérdida de liquidez en el flujo de caja, lo que puede obstaculizar la capacidad de crecimiento o provocar problemas de tesorería que afecten a la sostenibilidad de la empresa. Dedicar tiempo y energía a intentar que los clientes paguen significa que hay menos tiempo para centrarse en el desarrollo comercial y el crecimiento de la empresa. Cuando se delega a Coface el recobro de impagos, se recuperan las facturas impagadas más ágilmente y se ahorra tiempo para poder centrarse en el desarrollo de la empresa.

Los expertos en gestión de cobros de Coface utilizan herramientas y datos exclusivos para verificar la situación real del deudor en contraposición a lo que declara. Nuestros especialistas también pueden revisar la situación financiera del deudor para descubrir las razones de su morosidad. Un interlocutor único de Coface, con nombre y apellidos, recurrirá a nuestros mejores expertos para realizar la negociación amistosa o iniciar los procedimientos judiciales necesarios para el pago de la deuda, independientemente del país donde se encuentre el deudor. Con el servicio de recobro de impagos de Coface, se recupera el dinero de forma ágil con unas tarifas muy competitivas.

Para que una empresa goce de buena salud, es vital que el proceso de gestión de impagados no supere el plazo de prescripción. Si no es así, puede que no sea posible emprender la vía judicial. El plazo de prescripción de los créditos cuando el deudor es una empresa (no un particular) es de 5 años. Cuanto más antigua sea la deuda, menores serán las posibilidades de éxito de un procedimiento de cobro. Una gestión de cobros profesional sirve para reforzar la imagen de seriedad y eficiencia de la empresa y asegura el cobro antes que a otros acreedores.

Hay varios procedimientos de recobro de impagos posibles, que se explican detalladamente en esta página. Sin embargo, prolongar el plazo de pago y retrasar la intervención de las empresas de recobro de deudas puede hacer que nunca se recupere la deuda.