Xavier Durand: “Vemos venir una cantidad de deuda con importantes vencimientos en 2025”

En esta segunda parte de su entrevista al diario L'Agefi, Xavier Durand comparte su visión del papel del seguro de crédito en tiempos difíciles y las consecuencias de las políticas de RSE en las empresas.

Publicamos la segunda parte de la entrevista de Xavier Durand, CEO de Coface, al medio de comunicación francés L'Agefi. Accede a la primera parte aquí.  

 

¿Hasta dónde llegará la normalización de las insolvencias empresariales?

Es muy difícil de predecir porque cuando los políticos y los bancos centrales intervienen, lo hacen basándose en un marco de referencia de difícil acierto: mantener a raya la inflación al tiempo que asegurarse de no generar una enorme recesión. La cuestión clave es saber hasta dónde llegarán las cosas, dado que se necesita tiempo para trasladar la política monetaria a la economía real. Hace ya 18 meses que subieron los tipos y la inflación no ha hecho más que empezar a bajar. El objetivo es garantizar un aterrizaje suave. Pero, en realidad, estamos viendo una ralentización del crecimiento mundial hasta el 2,2% en 2024, que es un nivel históricamente bajo.

¿Cómo está cambiando el accceso a la financiación?

Las empresas llevan años financiándose a bajo coste. A partir de ahora, las condiciones de coste y los volúmenes de financiación no son tan buenos. Las empresas se beneficiaron del apoyo gubernamental durante las recientes crisis, pero surgen varias preguntas: ¿Aprovecharon la oportunidad para revisar su modelo de negocio? ¿O siguen operando con dinero prestado y no podrán saldar sus deudas únicamente con su flujo de caja? Se trata de saber qué empresas pertenecen a cada categoría.

Alrededor de dos tercios de los préstamos respaldados por garantías estatales continúan pendientes, por lo que sigue siendo una forma de apoyo en comparación con las condiciones de financiación actuales. Pero a partir del año que viene, las llamadas empresas "zombis" se toparán con un muro de refinanciación que algunas tendrán dificultades para superar. La lógica del mercado volverá a imponerse y resurgirán nuevos ganadores y perdedores de la crisis.

“VEMOS VENIR UNA CANTIDAD DE DEUDA CON IMPORTANTES VENCIMIENTOS EN 2025”

Es cierto que los márgenes de las empresas siguen siendo buenos, al igual que los flujos de tesorería, por lo que el endurecimiento monetario lleva su tiempo en un entorno en el que el punto de partida es positivo. Y sobre todo porque las empresas se han asegurado fuentes de financiación durante varios años a tipos muy bajos. Vemos venir una cantidad de deuda con importantes vencimientos en 2025. Todo dependerá del ritmo de normalización. Por el momento, el nivel de quiebras sigue estando cerca de las medias anuales anteriores al Covid, en torno a 50.000 al año en Francia.

¿Debemos temer el aluvión de inversiones que nos espera con la transición ecológica y energética?

La inversión en energía libre de carbono ha aumentado considerablemente en los últimos años: actualmente es de algo menos de dos billones de dólares en todo el mundo. Pero esta cifra aún se queda muy corta si queremos estar a la altura del Acuerdo de París. Es más del doble de la inversión que se necesitaría cada año hasta 2030. El déficit sigue siendo colosal, sobre todo porque debe financiarse en condiciones mucho más restrictivas que en el pasado.

Todos los agentes económicos tendrán que echar una mano, y únicamente debe ser un esfuerzo colectivo: de los Estados, obviamente, que tienen que crear el marco fiscal y reglamentario adecuado, pero también de los hogares y las empresas.

 

¿Están las empresas en condiciones de afrontar estas transiciones?

Es una transición complicada, y aunque las empresas no esperaron hasta 2023 para implementar políticas de RSE (Responsabilidad Social Corporativa), los retos de la emergencia climática han adquirido una dimensión totalmente nueva en los últimos años. La acción por el clima avanza, se establecen normativas y clasificaciones, pero el marco en su conjunto es muy complejo.

Cuando se trata de la transición ecológica, no todas las industrias son iguales. Algunos sectores, como el de la construcción, van por delante: la normativa les ha obligado a actuar. Para otras industrias, su modelo económico se ve seriamente cuestionado; es el caso, por ejemplo, de la industria automovilística, que está en proceso de reinventarse.

Aparte de las partes interesadas, por supuesto, la situación a la que se enfrenta cada empresa es única. Pero todas siguen adelante con la reestructuración para poder abordar estas cuestiones complejas que repercuten en su cultura y en las competencias que necesitan (re)inventar. Paralelamente, tienen que ser capaces de cumplir las nuevas normas regulatorias que cada vez son más exigentes.

La situación es más difícil de interpretar para las empresas cuanto que el marco está aún lejos de estabilizarse a escala internacional. Y eso suponiendo que se llegue a un acuerdo entre los Estados, objetivo que no resulta obvio a primera vista.

Pero hay otra cara de la moneda: la transición ecológica también creará oportunidades, como nuevos tipos de empleo, nuevos mercados y nuevas tecnologías. La economía innova constantemente, y la transición ecológica es terreno fértil para soluciones novedosas.

 

¿Qué acciones lleva a cabo Coface desde la perspectiva de la RSC en particular?

La estrategia de RSC de Coface se basa en tres prioridades clave: como empleador, como aseguradora de crédito y como organización dedicada a reducir su propia huella.

Como aseguradora, tenemos una cartera de inversiones por valor de tres mil millones de euros, y hemos elaborado las normas para invertirla de forma responsable. Calculamos su impacto en las emisiones/huella de carbono, y nos aseguramos de que disminuya constantemente. Excluimos distintos tipos de empresas -según la taxonomía (como industrias contaminantes/no éticas)- y la calificación ESG (medio ambiente, social, gobernanza) de nuestra cartera que mejora año tras año.

Nuestra política comercial también prevé restringir o reducir nuestros compromisos en industrias relacionadas con los combustibles fósiles y sectores poco éticos (armas prohibidas por el Tratado de Ottawa en particular, apuestas, especies en peligro de extinción, etc.).

También estamos atentos a la forma en que gestionamos nuestras operaciones: reducción del espacio que ocupamos, recorte de los desplazamientos y reducción general de los viajes que hacemos gracias al trabajo en remoto generalizado.

Por último, pero no por ello menos importante, hemos decidido duplicar de aquí a 2025 el apoyo que prestamos a los proyectos ESG en el marco de nuestras soluciones de seguro de riesgo único (energías renovables, protección de los entornos naturales, salud, etc.).

Como empleador responsable, estamos elaborando una política de RRHH en Coface que pretende garantizar el bienestar de nuestros empleados. Proporcionando un marco inclusivo y diverso que les ayude en su desarrollo profesional. Esta es la clave del éxito de nuestros equipos, formados por más de 80 nacionalidades en 58 países diferentes. Medimos el compromiso de los empleados, a los que apoyamos con planes de acción: desarrollo de oportunidades de carrera a través de la movilidad internacional o funcional, por ejemplo, o elaboración de planes de formación específicos para nuestros mejores talentos, en particular mediante academias internas cuyo objetivo es mejorar las competencias. Además, llevamos a cabo una serie de iniciativas para promover la diversidad en Coface, incluida la igualdad de género. Estamos haciendo todo lo posible para lograr la igualdad salarial a corto plazo y para aumentar la representación de mujeres entre los altos directivos: nuestro objetivo es llegar al 40% de mujeres en 2030, un objetivo que ya vamos camino de alcanzar, dado que el 36% de nuestros altos directivos son mujeres.

 

¿Cómo está cambiando el papel del seguro de crédito en estos tiempos difíciles?

El mundo es un lugar más complejo y menos predecible. Nuestro papel ahora más que nunca es ayudar a nuestros clientes a navegar por estas aguas agitadas de forma segura. Nuestro trabajo suele consistir en la prevención de riesgos, la indemnización y el cobro de impagados.

Hacemos un seguimiento del riesgo para las empresas, algo que es aún más importante hoy en día dados los grandes cambios que se están produciendo en la sociedad. Para ello hemos creado una infraestructura única. Abarca desde el análisis económico de sectores y países hasta la obtención de datos concretos de balances y cuentas de explotación a gran escala. Nuestra base de información actualizada incluye 188 millones de empresas en 200 países. Nuestros datos, nuestros expertos y nuestros sistemas tecnológicos incorporan los últimos avances en inteligencia artificial, y todo ello refuerza nuestro conocimiento en análisis de riesgos. Es una profesión que exige una capacidad de inversión, un cierto tamaño y un largo historial de experiencia y datos.

En la práctica, desarrollamos y utilizamos herramientas de Scoring y seguimiento para empresas, de modo que nuestros clientes puedan supervisar a sus propios clientes. Una de las razones por las que nuestra oferta ha aumentado es porque nuestros servicios son fáciles de usar para nuestros clientes. Necesitan poder acceder rápidamente a nuestros datos. Hace cinco años se tardaba una semana en emitir una garantía, mientras que hoy basta con unas horas. La conectividad también es una prioridad, y tiene que ser óptima.

Llevamos tres años desarrollando una gama de servicios de información que complementa y está en sinergia con nuestra actividad de seguro de crédito. Nuestros datos, que también se utilizan para analizar nuestras propias obligaciones crediticias, ayudan a los clientes a controlar el riesgo de sus proveedores y clientes. También son de gran utilidad para buscar socios comerciales de principio a fin.

Para las PYMES, que no publican tantos datos como las más grandes, tenemos que gestionar los riesgos disponiendo de menos información. Mejorar el servicio que les prestamos es un objetivo a largo plazo, en el que avanzamos sin cesar gracias a la proliferación de datos disponibles y a las nuevas tecnologías. Tenemos que darles una solución sencilla y eficaz, y el planteamiento explota la tecnología sin dejar de lado el análisis jurídico y de riesgos. Por último, hay que dar con los canales de distribución adecuados para mantener el equilibrio entre el tiempo dedicado a la venta y el precio del servicio.

 

¿Cuál es el potencial a largo plazo del seguro de crédito?

No somos tantos en este sector tan exigente. Al mismo tiempo, las empresas necesitan controlar su riesgo de crédito en todo el mundo: se calcula que una cuarta parte de las quiebras mundiales están relacionadas con problemas de endeudamiento. Y es por ello por lo que desempeñamos un papel fundamental, ayudando a las empresas a prevenir el riesgo mediante seguros de crédito o facilitando datos.
Ante todo, estamos un negocio de prevención. El seguro de crédito no es un producto caro: representa unas decenas de puntos básicos en la facturación de una empresa. Por tanto, para equilibrar las primas percibidas y los siniestros indemnizados, hay que encontrar el punto óptimo entre el precio de venta del servicio y el nivel de riesgo que se está dispuesto a asumir. Todo ello nos lleva a apostar por transacciones bien diseñadas entre el asegurado y el asegurador. Nuestros buenos resultados de principios de año se deben en gran parte a nuestra buena gestión y prevención del riesgo.

 

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