¿Qué puedo hacer para recuperar la deuda de un cliente?

Una de las principales preocupaciones para las empresas que mantienen relaciones comerciales con terceros es la gestión de los impagos. Desafortunadamente, los retrasos en los pagos por parte de los clientes son situaciones que pueden presentarse y llegar a comprometer la estabilidad financiera de la compañía, especialmente cuando se trata de clientes que realizan pedidos de gran volumen.

Afortunadamente, este tipo de situaciones pueden ser mitigadas mediante la adopción de medidas específicas de protección. Entre ellas, la más relevante es la contratación del servicio de recobro de deuda, una herramienta fundamental para conseguir que esos clientes que se retrasan con los pagos acaben saldando su deuda.

¿Cómo puedo actuar sin un cliente no paga?

El servicio de recobro de deuda tiene como principal meta que el cliente pueda recuperar los pagos no realizados por un cliente que puedan derivarse de operaciones comerciales con terceros, garantizando la recuperación total o parcial del importe adeudado, incluso en los casos en que el cliente incumpla sus obligaciones.

Esta herramienta es esencial para las empresas, ya que una deuda impagada puede generar serios problemas de liquidez que pongan en riesgo la continuidad del negocio. De hecho, una de cada cuatro quiebras empresariales se produce como consecuencia de impagos.

Ahora bien, ¿cómo actúa este servicio para gestionar y recuperar dicha deuda? Vamos a verlo.

¿Cómo reclamar una deuda a un cliente?

Las empresas especializadas en recobro de deuda y gestión de impagos cuentan con métodos específicos para gestionar estas situaciones de manera eficiente, evitando, en la medida de lo posible, recurrir a procedimientos judiciales, incluso cuando el deudor se encuentra en el extranjero.

En el caso de Coface, la primera acción de recobro de deuda se inicia a las 24 horas de recibir el aviso por parte del asegurado. De este modo, se ahorra el máximo tiempo posible y, generalmente, facilita la resolución amistosa de la deuda sin necesidad de acudir a los tribunales.

En este primer contacto, se establecen las condiciones de recobro de la deuda, reconociendo las posibles dificultades financieras que pueda tener el deudor y buscando la mejor forma de resolver la situación. En esta fase se realizan recordatorios y la insistencia es moderada.

Si en este punto no se logra llegar a un acuerdo, se entra en la fase pre contenciosa, en la que se le anticipa al deudor que si no salda la deuda en un plazo determinado se emprenderán acciones legales. Esta fase incluye visitas o informes de solvencia, siempre en cumplimiento de la legalidad del país del deudor.

En último término se llegaría a la gestión legal, en la que se reclama la deuda a través de los tribunales, siguiendo el procedimiento que marque el país en cuestión.

Ventajas del servicio de recobro de deuda

Como hemos visto, este servicio está totalmente estandarizado y las empresas aseguradoras tienen sus protocolos totalmente profesionalizados para lograr que los deudores hagan frente a sus pagos pendientes.

Así, externalizar esta gestión proporciona a las empresas importantes ventajas, comenzando por el ahorro de tiempo y recursos internos, lo que les permite centrarse en sus actividades principales y no distraerse en procesos que pueden prolongarse innecesariamente.

Otra ventaja clave es la preservación de las relaciones comerciales, ya que las acciones de recobro buscan resolver el problema de manera amistosa, minimizando el riesgo de conflicto con los clientes y protegiendo la reputación del asegurado. En este sentido, el enfoque local es fundamental. En el caso de Coface, el recobro se lleva a cabo in situ, en el país del deudor, adaptándose a su cultura y costumbres.

A todo esto, se suma también el uso de tecnología y herramientas avanzadas por parte de las aseguradoras, que optimiza las tasas de recuperación, agilizando los procesos y asegurando resultados más eficientes.

Cabe destacar, que el servicio de recobro y recuperación de deuda está incluido en la póliza del seguro de crédito, que en este caso cubre de forma general los riesgos que puedan existir en las operaciones comerciales, entre ellos los impagos. Además, el seguro de crédito no solo ofrece protección frente al riesgo de impago y la posibilidad de recuperación de las cantidades adeudadas garantizadas, también permite anticipar posibles riesgos futuros gracias a otros servicios adicionales como la información comercial.

Con esta gestión completa, las empresas pueden tomar decisiones más fundamentadas, reducir su exposición al riesgo y evitar acuerdos que puedan poner en peligro su estabilidad económica.