La recuperación económica mundial es desigual: mientras que EE. UU. se dirige hacia un aterrizaje suave, la zona euro y China siguen enfrentándose a incertidumbres. En este contexto, Coface ha ajustado sus evaluaciones para 5 países y 17 sectores, reflejando un escenario de crecimiento global estabilizado en 2025, aunque por debajo del potencial. Descarga ahora la última ediciónd e nuestro barómetro de Riesgo País.
La recuperación económica mundial presenta un panorama desigual. Mientras que la economía estadounidense parece abocada a un aterrizaje suave, la zona euro sigue enfrentándose a grandes incertidumbres, especialmente en el sector industrial, y China lucha por mantener su crecimiento. Por último, nuestro índice de riesgo político y social se mantiene en un nivel elevado a pesar de la caída de la inflación, lo que muestra un entorno cada vez más complejo e incierto.
En este contexto, Coface ha modificado sus evaluaciones de riesgo para 5 países (4 mejoras y 1 rebaja) y 17 sectores (12 mejoras y 5 rebajas), ilustrando un escenario de estabilización del crecimiento mundial en 2025 a un nivel inferior al potencial, pero sin grandes perturbaciones.
La economía estadounidense aterriza, la eurozona no despega
Tras un prometedor comienzo de 2024, el sector industrial de la eurozona ha vuelto a caer, a lo que suman unas perspectivas poco dinámicas, según muestra el descenso del índice de confianza de los directores de compras. Alemania, primer motor industrial europeo, sigue especialmente afectada, con una producción manufacturera un 12% inferior al nivel prepandemia. El sector servicios, que había liderado la recuperación, también se ralentiza, y el consumo de los hogares sigue frenado por la persistencia de un elevado nivel de ahorro y bajos niveles de confianza en un contexto de incertidumbre política.
En Estados Unidos, el escenario de aterrizaje suave parece confirmarse. La economía estadounidense sigue mostrando su resistencia, como demuestra el repunte observado en el segundo trimestre (+3% anualizado), con una fuerte demanda interna, aunque el mercado laboral se ralentice progresivamente.
Desinflación en Estados Unidos, debilitamiento de las empresas en la zona euro
El tercer trimestre de 2024 trajo buenas noticias en el frente de la desinflación, tanto en Estados Unidos como en Europa, de nuevo gracias a la bajada de los precios de las materias primas -productos petrolíferos en particular-. Sin embargo, en la zona euro, las empresas siguen sufriendo un fuerte aumento de los costes laborales unitarios (+4,2% interanual), que está reduciendo sus márgenes. Tras alcanzar su máximo en el primer semestre de 2023 en todos los países de la eurozona, la tasa de margen ha caído casi 2 puntos porcentuales en Alemania y los Países Bajos, y el doble en España e Italia, dejando a las empresas en una situación vulnerable, como demuestra el aumento de las insolvencias en los últimos meses.
Política monteria: llega la relajación generalizada... ¿y la austeridad?
Las primeras bajadas de tipos de la Fed y el BCE en 2024 marcan el inicio de la esperada relajación monetaria. Mientras que la política monetaria será más acomodaticia (o menos restrictiva) el próximo año, unas políticas fiscales más restrictivas tendrán un efecto adverso sobre el crecimiento en la gran mayoría de los países, especialmente en la zona euro. En julio de 2024, la Comisión Europea abrió un procedimiento por déficit excesivo contra siete países, entre ellos Francia.
Elecciones estadounidenses: 2024, un voto decisivo
Con Kamala Harris y Donald Trump a la cabeza de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la elección de uno u otro programa tendrá repercusiones mucho más allá de las fronteras estadounidenses. En el plano interno, K. Harris aboga por una regulación de los precios y una reducción del coste de la vivienda, mientras que D. Trump propone una bajada masiva de impuestos y un impulso a la producción energética (hidrocarburos). En el plano internacional, K. Harris se muestra como una garantía de continuidad frente a un D. Trump más imprevisible y, en algunos aspectos, más radical que durante su primera etapa en la Casa Blanca (2017-2021).
Sea cual sea el resultado, estas elecciones tendrán un gran impacto en la economía mundial durante los próximos años.
China lucha por recuperarse, mientras otros países emergentes recogen el testigo
A pesar de las medidas de apoyo anunciadas, la economía china sigue ralentizándose, lastrada por un mercado inmobiliario en crisis y la atonía de la demanda interna.
Sin embargo, la contribución de las economías emergentes al crecimiento mundial se mantendrá sin cambios en 2025, gracias sobre todo a la aceleración de los Estados del Golfo y de América del Sur. Y ello, a pesar de que prevemos un crecimiento menos dinámico en Brasil tras dos años de crecimiento en torno al 3%. Más allá de los factores internos, muchos países de la región son los grandes ganadores de la actual reorganización del comercio mundial, convirtiéndose en relevos estratégicos que captan cuota de mercado en las cadenas de suministro chino-americanas.
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